La restauración es un elemento básico en la configuración de una ruta enogastronómica, ya que es el punto de encuentro entre los turistas y los productos de proximidad.
Por este motivo la gastronomía se convierte en la puerta de entrada a nuestros territorios, en la bisagra entre los consumidores y productores, es decir, los elaboradores del territorio.
La gastronomía, en definitiva nos explica la historia de todos los pueblos, de las personas que en ellos viven y de los productos que en su terruño crecen.
Por este motivo, la restauración en un territorio vinícola ha de estar sensibilizada con el vino y ha de sellar un compromiso mutuo entre bodegueros y restauradores.
Podríamos elaborar un largo listado de elementos básicos que los restaurantes de una zona de vino han de cumplir, pero hoy no os lo pondré tan fácil.
Os indicare cuatro ejes, y adivina adivinanza, los completaréis con vuestras propuestas:
· Sensibilidad
· Formación
· Compromiso
· Creación
Espero vuestra participación, juntos definiremos los elementos clave que deben cumplir los diferentes agentes enoturísticos de una ruta. Empezamos con la restauración.