¿Qué Hacíamos antes de tener internet?
El consumidor tiene nuevas necesidades, todos hemos cambiado nuestras preferencias en nuestro tiempo de ocio.
Con el nuevo siglo la población ha variado sus hábitos de consumo en su tiempo libre, antes entendíamos una parte importante de nuestro tiempo de ocio en un bar:
¿Qué se ha hecho del hábito de salir a tomar un vino o unas cañas después de salir del trabajo, para comentar con los compañeros las trastadas del compañero y dejar verde al jefe?
¿Donde quedas con los amiguetes de la cuadrilla, antes de ir para casa?
Que ha sido de esos bares con las botellas cubiertas por una patina de nicotina, con una nebulosa de humo y la máquina expendedora de tabaco en la esquina, con la televisión encendida todo el día, y con las máquina tragaperras, marcianitos y el millón dando una nota de luz y de color? Y no hablemos de los musicbox con los hits del momento.
En España tenemos unos 350.000 establecimientos hosteleros, con una media de un establecimiento por cada 128 habitantes.Pero incluso estos establecimientos hosteleros han cambiado: grandes cadenas han captado las necesidades de este nuevo consumidor y han conectado con sus preferencias, aplastando esos negocios familiares de toda la vida. Camareros saludándote efusivamente, según marca el manual de servuctud de la cadena, espacios acogedores, con una iluminación bien estudiada, sin televisor, ni video juegos, ni tragaperras, locales limpios de humos, con wifi y con camareros de oscuros uniformes para camuflar las heridas de guerra de la jornada laboral. Locales edulcorados con sacarinas con cafés o tes descafeinados y con muchas bebidas light.
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Y lo que todavía me sorprende más, entrar en un bar de copas, esos antros de vicio y de diversión, espacios de desconexión, de encuentros y desencuentros. Y ver al camarero conectado al ordenador, chateando o relacionándose con su comunidad on line. Y tú en la barra solo, triste, escuchando la música seleccionada por una emisora on line, mirando la gran pantalla de video instalada en el local, también via on line. Mientras la camarera se divierte con sus amiguetes de facebook, olvidando a los feligreses que rancios, todavía salen a saciar sus ganas de comunicarse en la barra de bar.
Mientras en la calle lateros, Colmados de paquis abiertos 24 horas, suministran botellones varios, que se escapan del bar para buscar nuevos territorios de diversión.
En el 2009 el gasto en hosteleria cayo un 10’5% y en los seis primeros meses del 2010 un 5%, respecto al anterior año.
El ocio cada vez más se asocia en el hogar, la televisión pantalla plana, el teléfono ultima generación, el ordenador con conexión ADSL, el súper equipo estereo, la play , la wii, tu súper nevera y además con las casitas tan bien climatizadas y acondicionadas que tenemos.
¿Cuanto tiempo pasamos colgados en la red?
¿Cuanto tiempo dedicamos al día a abrir nuestro correo y contestarlo?
¿Cuanto tiempo estamos colgados en Facebook buscando los amigos del Insti o colegas de la Uni?
¿Cuanto tiempo dedicamos a ponernos al día en nuestras comunidades, o en mirar las ofertas de viajes, las oportunidades en Privalia o chollos tecnológicos, con los que nos bombardean las mil newsletter a las que nos hemos subscrito?
Y no hablemos de mirar nuestras series favoritas de la televisión, sin cortes publicitarios.
O ¿ por qué bailar en la discoteca si puedo hacer frente a mi televisor?.
Sin lugar a dudas, si contamos el tiempo que pasamos delante del ordenador, o frente al televisor, no nos queda tiempo material para salir a tomar una copa al bar de la esquina, hay que ver como hemos cambiado, será que nos estamos volviendo caseros…