Percepción auditiva, abordajes no triviales.

La percepción sensorial auditiva, elemento básico para comprender el mundo que nos rodea. Como nuestro oido interviene en la percepción de la realidad, y por consiguiente en qué medida las alteraciones acústicas pueden variar la percepción de ésta.

El pasado dos de Diciembre en el auditorio GAES de Barcelona se celebró el workshop en percepción auditiva Abordajes no triviales, organizado por SECS -Sociedad Española de Ciencias Sensoriales-, en colaboración con PERCEPNET.
Cuando recibí la invitación para dicho encuentro me sorprendió la convocatoria, pero aumentó mi sorpresa al saber el perfil de los asistentes. En el auditorio estaban reunidos profesionales de la medicina, física, química. biología, técnicos en marketing, enólogos y gastrónomos, un variado grupo de especialistas unidos con la finalidad de compartir conocimiento y experiencias y con la intención de crear sinergias y enriquecimiento mutuo, la transversalidad entre los diferentes sectores como principio básico para el avance intersectorial.
El programa de la jornada incluía una representación notable de diferentes profesionales. A continuación puntualizo alguna de las reflexiones de las ponencias:
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Josep de Haro – presentador y moderador de la jornada jefe del servicio de ORL del Hospital Municipal de Badalona y Vocal de SECS – nos invito a todos los allí reunidos a compartir ignorancia sensorial y ficción, que es lo que más tenemos en común todos los seres humanos.
– Un dato que me llamo la atención de su ponencia fue, que el cosmos ha necesitado seis años de gestación del universo, para que nosotros podamos disfrutar de un segundo de nuestra vida.
– El 50 % de nuestra configuración cromosómica están dedicados al celebro, durante el periodo de gestación el celebro crece a razón de 1700 neuronas por segundo. El feto, durante el embarazo, percibe todas las emociones que le transmite la madre, tienen la capacidad de captar y ser sensible a todas las sensaciones de su madre y del entorno.
– El celebro humano tiene la capacidad de eludir los estímulos sensitivos en un 90%, el celebro sólo toma atención cuando nosotros le damos ordenes, orientando nuestra atención hacia donde nos interesa.
– Nuestros sentidos son como una red, cuando tu naces con alguna deficiencia los otros sentidos se desarrollan más, para poder suplir esta deficiencia. Pero cuando se tiene una lesión y merman las facultades sensoriales, esa matriz, esa red que forman todos los sentidos, se transforma y se adapta a una nueva realidad, generando una nueva percepción de esta.
– Un dato que me llamo la atención de la ponencia de Enrique López-Poveda audiólogo y miembro del Instituto de Neurociencias de Castilla León, fue que la conciencia del yo en el ser humano, surge de la interacción inteligente del individuo con el entorno.
– Los seres humanos priorizamos la percepción sensorial por este orden: Visión, Oído, Tacto, Gusto, Olfato.
– También nos presento un estudio donde se demuestra que la música es positiva, para el desarrollo de ciertas cualidades mentales: La música genera nuevos enlaces neuronales, por este motivo la música nos ayuda a tener más memoria verbal y auditiva, nos ayuda a identificar las emociones, y facilita el aprendizaje de idiomas. En definitiva la música nos ayuda a reducir el estrés y nos ayuda a potenciar nuestra memoria.
– En las jornadas también participo Pep Palau conocido gastrónomo y especialista vinculado con el mundo agroalimentario. En su ponencia gastronomía acústica: A qué saben los sonidos, nos transporto por los paisajes sonoros de la gastronomía.
– A cargo de Jaume Gramona director de cavas Gramona se realizo un taller enomusical Integración auditiva en el análisis organoléptico de vinos. La música de las copas. En este taller pudimos experimentar, como la música condiciona la percepción de los sentido.
Se realizo una prueba a cuatro voluntarios, se les tapo los ojos con un antifaz y mediante unos auriculares escucharon dos tipos de música diferente, mientras degustaron dos copas del mismo cava, sin que ellos lo supieran .
Tenían de evaluar del uno al diez, diferentes percepciones organolépticas: Acidez, dulzor, cremosidad, agresividad.
Los resultados fueron claros y unánimes, todos los participantes mientras escuchaban música clásica, Mozard, aumento la percepción de dulzor del producto.
Mientras con la música hardcore aumento la sensibilidad organoléptica a la amargor. y en menor grado la acidez.
A partir de esta experiencia se plantearon ciertos interrogantes, incógnitas, nuevas investigaciones al respecto vinculadas con la elaboración de los productos agroalimentarios, un camino a recorrer.
Si algo nos quedo claro de esta jornada, es que todos vivimos diferentes realidades, según las capacidades de percepción que tengamos. Y la conclusión a la que llegamos es que no hay una sola realidad y en este ámbito tenemos un largo camino a recorrer.

Marketing Turístico, Vinexus Consulting

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