Este mes de Enero entrara en vigencia la nueva ley del comercio de Catalunya. La Generalitat, hace años que viene aplicando una política restrictiva en la concesión de licencias de abertura de nuevos centros comerciales. En l’actualidad hay 54 grandes superficies repartidas por todo el territorio catalán, colocando a Catalunya como una de las comunidades con menos centros comerciales de España. Con una densidad de 182m2 por cada mil habitantes, frente un promedio de 309m2 por cada mil habitantes del resto del país. Según datos de la Vanguardia del 27 de diciembre’09.
Con la aplicación de la nueva normativa comunitaria, las directrices de Bolkestein, se establecerá un nuevo marco legal respecto al comercio. Unos de los puntos más destacados de la normativa, es la ubicación de los grandes superficies, que a partir del nuevo año deberán instalarse en los centros urbanos. La finalidad es ayudar a dinamizar los centros de las ciudades, que cada vez más, se están degradando, debido al cierre de los establecimientos de proximidad y a la falta de estructura social, convirtiéndose muchas veces, en los puntos de residencia de inmigrantes y marginación. Los centros comerciales ubicados a las afueras de las ciudades, han cambiado los hábitos de compra del consumidor, este busca acceso rápido, centralización de servicios, facilidad y gratuidad de aparcamiento .
Alejando a este del centro de las urbes.
La otra visión de la ley, es la del comercio tradicional o de proximidad, que ve en esta iniciativa un peligro para sus comercios, ya de por si tocados. Los nuevos hábitos de consumo, el aumento de las franquicias, y la agravada situación actual de crisis. Hacen de por si difícil, la supervivencia de un comercio muchas veces debilitado y fraccionado.
Otro tema polémico es la concesión de permisos de obertura. Las superficies superiores a 2.500m2, se tendrán de ubicar en poblaciones superiores a 50.000 habitantes, la licencia la tramitara la Generalitat.
Mientras las superficies que no superen los 1300m2, se podrán ubicar en poblaciones con un promedio de 5000 habitantes, los permisos pertinentes los regularan los Ayuntamientos. Aquí es donde la ley puede hacer daño, ya que conocemos como funcionan los Ayuntamientos. Todos miran para ellos mismos, sin tener una visión general de comarca, sin pensar en las necesidades reales del territorio. Los Ayuntamientos buscaran su beneficio, amen de los discursos de políticos, como fomentar la ocupación en el municipio, ampliación de la oferta comercial, aumento de servicios vinculados con ocio y restauración. Todo un listado de bondades discutibles a largo plazo. Estas oberturas, en principio, beneficiaran al consistorio, que con permisos de obras, licencias de actividad y todos los impuestos municipales servirán para rellenar las arcas municipales. Pero con ello, pueden llegar a poner en peligro la supervivencia del comercio tradicional, y con este el canal de comercialización de pequeños productores y elaboradores. Al enemigo se le ve llegar de lejos, espero que todos los comerciantes sepan como actuar, la base es la unión y trabajar conjuntamente, para presionar a los estamentos políticos por un lado y por el otro conseguir planes de formación profesional, ayudas para dinamizar campañas, mejorar los servicios públicos…y un largo etcéteras de acciones que solo se consiguen si se trabaja en una misma dirección, todas las entidades interesadas.
Ley del comercio, las directrices de Bolkestein
Marketing Turístico, Vinexus Consulting